LAS BACTERIAS DE
DIFERENTES ESPECIES PUEDEN COMPARTIR PLÁSMIDOS
(TRANSFORMACIÓN)?.
R= Sí
POR QUÉ?
La
transmisión de genes que confieren resistencia a determinados antibióticos
entre diferentes especies bacterianas, especialmente en enterobacterias, es un
problema siempre creciente en el ámbito de las enfermedades infecciosas, y más
aún si nos referimos a infecciones nosocomiales. Muchos genes de resistencia se
localizan en plásmidos y/o transposones, de forma que se pueden transferir
fácilmente entre diferentes cepas y especies de bacterias. Recientemente se ha
descrito otro mecanismo mediante el que estos genes pueden ser transmitidos.
En
este caso participan en el proceso unas piezas de material genético denominadas
integrones.
Los
integrones tienen la información genética necesaria para expresar una proteína
implicada en la captura y liberación de ciertos elementos móviles IS (inserted
sequences), en los que se incluyen los genes de resistencia a antibióticos. El
proceso de integración de estos elementos se realiza mediante una recombinación
genética específica de sitio. Además, los integrones tienen en su estructura al
menos un promotor (P1) que permite la expresión de los genes insertados en su
interior. En algunas ocasiones se puede encontrar un segundo promotor, en una
zona cercana al primero, que incrementa el grado de transcripción y expresión
de los genes.
Los
integrones están constituidos por dos regiones de DNA muy conservadas, situadas
en sus extremos, que se denominan 5’ CS y 3’ CS (5’ y 3’ conserved segments).
Entre estas dos zonas se pueden insertar uno o más genes de resistencia a
antibióticos. Éstos pueden ser muy variados y causar resistencia por diferentes
mecanismos, como en el caso de los genes de resistencia a los aminoglucósidos,
que son los más abundantes y da los que se han identificado tres familias
diferentes, subdivididas a su vez en varios grupos. Cada uno de los genes de
estas familias codifica para una proteína diferente (acetiltransferasas,
nucleotidiltransferasas o fosfotransferasas). En el interior del integrón
también se han encontrado genes de resistencia a trimetoprima, cloranfenicol y
betalactámicos. Hasta el momento se han identificado más de 40 genes de
resistencia que pueden incluirse en la estructura del integrón. Además existen
fragmentos de lectura abierta (orf) cuya función no se conoce todavía y que
también pueden representar genes de resistencia a otras clases de antibióticos.
Las
secuencias que pueden insertarse entre los extremos 5’ y 3’ CS son unos
pequeños trozos de DNA, de unos pocos cientos de bases, que contienen un gen de
resistencia para un antimicrobiano.
La transformación genética ocurre cuando una célula incorpora dentro de
ella y expresa un nuevo pedazo de material genético (DNA). Esta nueva información genética muchas veces
provee al organismo de una nueva característica que se puede identificar luego
de ocurrida la transformación genética
literalmente significa cambio causado por genes e involucra la inserción de uno
o más genes en el organismo en orden de cambiar las características del
organismo.
La transformación genética es utilizada en muchas
áreas de la biotecnología. En la bioremediación,
bacterias pueden ser genéticamente transformadas con genes que le permiten
digerir derrames de petróleo.
Las bacteria demás de poseer un cromosoma grande,
comúnmente poseen pequeños pedazos circulares de DNA llamados plásmidos (uno o
más de estos). El ADN del plásmido
usualmente contiene genes para una o más características que pueden ser
beneficiosa para la sobre vivencia de la bacteria. En la naturaleza las bacterias pueden
transferir plásmidos entre ellas permitiendo así compartir genes beneficiosos.
Este mecanismo en la naturaleza le permite a las bacterias adaptarse a nuevos
ambientes.
REFERENCIA BIBLIOGRAFICA
1.- http://www.seq.es/seq/html/revista_seq/0397/edit1.html
2.- http://facultad.bayamon.inter.edu/amlugo/LAB%20DESTREZAS%20III/TRANSFORMACI%C3%93N%20%20%20BACTERIANA.htm
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